El docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hijo Johan Sebastián Díaz Acuña y su hija de 13 años, víctimas de la masacre perpetrada en la vereda Buenos Aires de Landázuri, Santander, fueron torturados, degollados e incinerados, informaron las autoridades.

También se reveló que los homicidas, de nacionalidad venezolana, que fueron linchados a las pocas horas por la comunidad vecina, habían sido contratados para que trabajaran en la finca de la familia asesinada, de acuerdo con la publicación del diario Vanguardia.

La única sobreviviente de esta nueva masacre en Colombia es la empleada del docente Pineda, quien permanece bajo en el Hospital de Landázuri, reportó el Coronel Franklin Cruz, Comandante de la Policía de Santander

Los hechos se registraron a las 3 de la madrugada de este domingo en el interior de la finca de la familia Díaz-Acuña.

Entre los móviles  que se manejan están la deuda de una motocicleta, un robo o un hecho de intolerancia, reportaron los primeros informes de los investigadores.

Por los problemas de acceso a la vereda debido a la intensa ola invernal que afecta a la mayor parte del territorio colombiano, el levantamiento de los cuerpos solo se están realizando este lunes desde primera hora.

Una vez se conoció de la tragedia, los vecinos de Miralindo decidieron desplegarse por grupos para buscar a los homicidas. Inicialmente encontraron a dos kilómetros de la vereda a dos de los presuntos asesinos  quienes los lincharon a golpes.

Luego dieron con una mujer y un hombre que se hallaban en la vereda Las Delicias, a quienes le quitaron la vida con tiros de gracia, reporta el diario de la capital de Santander.